Homilía del Domingo 15 del ciclo litúrgico C, 2001
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15. Juli 2001 - Fahrradwallfahrt nach Loyola, Gottesdienst in Chalèze bei Besançon
1. La fe teórica del maestro de la Ley
- El
Evangelio pertenece a los textos, que uno tiene que olvidar alguna
vez para
poderlos escuchar. Demasiado conocido es el pasaje como para que la
mayor
parte no tengamos una opinión de lo que significa. Sobre todo hay el
peligro de sacar fuera de contexto el ejemplo del samaritano
misericordioso,
que Jesús cuenta. Pero sólo el contexto hace comprensible el
ejemplo.
- Hay
una gran reunión en torno a Jesús. Las gentes han venido para
escucharle. Hay entusiasmo en el aire, seguramente también
ingenuidad.
Las gentes se apiñan en torno a Jesús. Al fondo está
un estudioso teólogo. Él sabe mucho y piensa lo suyo sobre lo
que aquí ve. Por ello hace una pregunta teológica: “¿Cuál
es el mandamiento más importante?”. Espera curioso una respuesta
inusitada, pero se queda decepcionado cuando Jesús no le contesta
otra
cosa que la que puede saber cualquiera que conozca la Sagrada
Escritura. Por
consiguiente, la pregunta: “¿Pero quién es mi prójimo?”
es sobre todo el intento de mantener el tipo en una discusión
intelectual.
- El
maestro de la Ley mantiene una pura discusión teórica. Él
se cree intelectualmente por encima y quiere enredar a Jesús en una
discusión teórica sobre la fe e incluso además quedar
a distancia. Éste es el contexto del ejemplo.
2. El ejemplo del samaritano misericordioso
- No
es una parábola sino un ejemplo que Jesús cuenta. Por tanto
no tenemos que buscar un segundo o un tercer plano de significado,
sino que
podemos tomarlo como está aquí. Un hombre cae en manos de los
ladrones. Dos personas, que por lo general tienen buena reputación,
pasan por delante. Ambos no se detienen ante el que está en
necesidad.
- El
ejemplo, que Jesús cuenta, describe a un hombre que ve en una
determinada
situación lo que es necesario y también lo hace.
- No
hay en absoluto nada grandioso ni heroico en lo que el samaritano
hizo, sino
la vida práctica corriente. Él se dedica inmediatamente a la
situación
3. Ve y haz tú lo mismo
- El
debate teológico, en el que el maestro de la Ley quiere enredar a
Jesús,
termina así. Jesús ha descendido a la pregunta totalmente práctica:
Lo que te sale al encuentro en tu camino y haces ¿qué es?
- En
el fondo, el maestro de la Ley sabe todo lo importante. Ha estudiado
la Sagrada
Escritura y también es un tipo despierto. No necesita de Jesús
ninguna explicación suplementaria en cosas de teología. Jesús
le remite a lo que él ya sabe.
- Lo
que le falta al maestro de la Ley es dar el paso para también hacer
lo correcto. En este punto me reconozco fácilmente. La discusión
y la teoría son maravillosas, apartan maravillosamente de hacer
aquello
que está ante mí de forma evidente. Por eso la frase final de
Jesús tiene algo extremada- mente refrescante:“¡Vete
y haz tú lo mismo!”
Publicado sólo en
Internet salvo una refundición
Sugerencias y críticas por favor a Martin.Loewenstein@Jesuiten.org
Übersetung: María Teresa Encarnavacar, Madrid